Si pensamos que el objetivo de una empresa titánica como la MIDBO es la de compartir un cine dedicado a pensar la realidad, que hoy la Muestra Internacional Documental de Bogotá y la Revista Cero en Conducta presenten en conjunto este número de colección, no puede ser sorpresivo. Ambas compartimos la necesidad de cine. De llevar cine a los demás. Nos une el deseo de pensar las imágenes, quizás hoy una tarea un tanto olvidada, pero en la que, desde caminos diferentes, hemos insistido. En últimas, nos une el convencimiento de que pensar la imagen es también pensar la realidad. Estos esfuerzos que sumamos nos permiten tratar de apresar ideas sobre el cine documental: la MIDBO a través de obras que presenta y de la reflexión que propicia a partir de ellas, y la CEC a través de las palabras (que, esperemos, ante un cine contradictorio, impasible y sorprendente no muestren -demasiado– lo inadecuado del lenguaje).
El cine de hoy tiene un contracampo avasallador: las tensiones políticas del mundo. Como el cine se trata de pensar el mundo, el contracampo a veces se vuelve campo. Y así aparecen películas de y sobre tensiones. La revista, como se encarga de auscultar las películas, de viajar al fondo de ellas tiene, si el ejercicio es juicioso, que llegar a esa realidad convulsionada. Y la MIDBO, que de entrada pone de manifiesto esa oportunidad para sentir y pensar esos golpes tectónicos del presente, no actúa de manera ingenua. No es entonces casualidad que este número materialice todas esas tensiones (las de clase, las del pensamiento político, las del futuro, las de la convivencia, las del trabajo). La preocupación –sin reticencias– del cine hoy por hacer parte de la política es inestimable.
Juntos, entonces, aspiramos a revisar ese presente. Este número de colección está enlazado con el espíritu de nuestra época. Tenemos en mente cierta unidad de propósitos que no se pueden confundir con unidad de pensamientos sobre el cine. Nos hemos propuesto que la actividad de ver una película y escribir sobre ella no sea muy distinta. Después de todo, en ambos procesos se trata de la exposición de una mirada frente al mundo.
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Editorial
Si pensamos que el objetivo de una empresa titánica como la MIDBO es la de compartir un cine dedicado a pensar la realidad, que hoy la Muestra Internacional Documental de Bogotá y la Revista Cero en Conducta presenten en conjunto este número de colección, no puede ser sorpresivo. Ambas compartimos la necesidad de cine. De llevar cine a los demás. Nos une el deseo de pensar las imágenes, quizás hoy una tarea un tanto olvidada, pero en la que, desde caminos diferentes, hemos insistido. En últimas, nos une el convencimiento de que pensar la imagen es también pensar la realidad. Estos esfuerzos que sumamos nos permiten tratar de apresar ideas sobre el cine documental: la MIDBO a través de obras que presenta y de la reflexión que propicia a partir de ellas, y la CEC a través de las palabras (que, esperemos, ante un cine contradictorio, impasible y sorprendente no muestren -demasiado– lo inadecuado del lenguaje).
El cine de hoy tiene un contracampo avasallador: las tensiones políticas del mundo. Como el cine se trata de pensar el mundo, el contracampo a veces se vuelve campo. Y así aparecen películas de y sobre tensiones. La revista, como se encarga de auscultar las películas, de viajar al fondo de ellas tiene, si el ejercicio es juicioso, que llegar a esa realidad convulsionada. Y la MIDBO, que de entrada pone de manifiesto esa oportunidad para sentir y pensar esos golpes tectónicos del presente, no actúa de manera ingenua. No es entonces casualidad que este número materialice todas esas tensiones (las de clase, las del pensamiento político, las del futuro, las de la convivencia, las del trabajo). La preocupación –sin reticencias– del cine hoy por hacer parte de la política es inestimable.
Juntos, entonces, aspiramos a revisar ese presente. Este número de colección está enlazado con el espíritu de nuestra época. Tenemos en mente cierta unidad de propósitos que no se pueden confundir con unidad de pensamientos sobre el cine. Nos hemos propuesto que la actividad de ver una película y escribir sobre ella no sea muy distinta. Después de todo, en ambos procesos se trata de la exposición de una mirada frente al mundo.
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Toda la información sobre la MIDBO: http://www.midbo.co
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